Imagen: Gala

Datos personales
Nombre:
Quisqueya, Ayiti (tierra de altas montañas) Bohío (Casa Grande) Borinquen (Tierra del gran señor) (su nombre variaba de acuerdo a sus islas, mas tarde, pasó esos nombres a sus descendientes)

Conocido cómo: Pueblo Caribe.

Nombre Humano: Yúcahu Bagua Maórocoti (o Yukajú, Yocajú o Yukiyú).

Sexo: Masculino

Fecha de nacimiento aproximada (según calendario cristiano europeo): Alrededor del siglo VII de nuestra era

Fecha de defunción: 27 de Septiembre 1535 (Partió con la muerte de Enriquillo*)

Edad física: 25 años

La creencia taína lo declara el primero de todos, hijo de la diosa Atabey, de quién descendieron todos los demás. Cómo su gente no sabía lo que era una representación, lo consideraban un dios

Creador: Juana


Paleta de colores


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No, debes consultar a Juana ( link aquí ) si te da permiso antes de hacerlo.


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Pueblo Caribe
Hairou

Descripción física:

Mientras que en cierto modo eran parecidos a los tainos, en aspecto físico eran bastante diferentes.

Apariencia

De estatura media y anchura igual. Es más musculoso que Taino debido a su naturaleza de guerrero, y se caracteriza por su cabello largo y negro sin amarrar. Piel marrón. Lampiño (la barba se consideraba una deformidad entre los suyos), se pintaba la piel con roucou (bixa, lo mismo que usa Taino).

Tiene los ojos del color del Imperial Amazon (Naranja rojizo con pupilas negras), perico endémico de Dominica, el más grande de la clase Amazon.

Tiene marcas de desgarro en su cuerpo, hechas con dientes de agutí por sus mayores cuando ingreso a la pubertad. Las que perduraron en su piel fueron:

-Una marca horizontal en el Pecho derecho, arriba del pezón.
-Una diagonal en su torso.
-En el brazo izquierdo, una línea diagonal en el antebrazo.

Vestimenta

Cómo todos los nativos del área, no necesitaba de mucho, siendo un taparrabo su mayor tipo de ropa. Lo que sí, se adornaba mucho.

Generalmente lleva un collar de dientes de agutíes, brazaletes en brazos y piernas hechos de ámbar, piezas de coral y pintura corporal. En sus lóbulos suele usar huesos de pescados, pedazos de caracol y cualquier cosa que pueda usar de ornamenta. En ocasiones especiales, como en las fiestas, lleva adornos de coloridas plumas en su cabeza y un collar hecho con los dientes de sus enemigos. Y nunca se lo verán tan adornado como cuando va a la guerra, siendo sus aros y palos en la nariz lo que más destaca en este estado.

Personalidad:

Gustos:

Adora los licores fuertes. Mientras que no bebe por beber, sino por actos festivos, cuando lo hace, es para impresionar. Se emborracha con mayúscula.

Adora pelearse. Ya sea por venganza, por territorio, por capturar enemigos que usar en el rito que hicieron que lo catalogaran de caníbal... sea la razón que fuera, adora pelearse.

Adora los adornos; piedras, semillas, dientes, conchas, cualquier cosa que pueda usar, es un adorno. Es lo que más traficaba con sus vecinos. Se llegó a decir que no se vestía, se adornaba.

Carácter:

De espíritu libre y dominante, es apasionado y vive de los extremos.

Es hospitalario. Toma el nombre de las personas que lo visitan como propio para manifestar afecto y amistad. Los hace entrar a su casa, donde les sirve de formas que envidiarían todos los hoteles cinco estrellas, y eso incluye fiestas improvisadas en honor de los invitados. Y cuando estos se van, se pone genuinamente triste.

Y por otro lado...

Es vengativo a niveles irrisorios. No perdona a nada ni a nadie, sin importar el cargo que este ocupe (incluyendo hechiceros), y sus razones de venganza pueden ser bastante idiotas. Se venga frecuentemente por poca cosa: por flechas rotas, por un cuchillo, por anzuelos, por una palabra, por un golpe, por nada; solamente porque alguien les cae mal. "Afortunadamente, es difícil que tenga enemistades con su propia gente” (De La Borde).

Le gusta pelear. Está obsesionado con ello como una forma de obtener poder.

El robo entre su gente es un horrible mal que es castigado marcando al ladrón con tajos de cuchillo para recordarle su falta.

Tiene en alta estima a sus ancianos, y es a los únicos ante quienes baja su indomable espíritu. Los escucha hablar con atención y actúan según la voluntad de estos.

Conducta Sexual:

Los Caribes eran castos hasta el matrimonio.

Puede tener varias mujeres, a veces hasta en diferentes islas. Mientras que estas apenas y pueden llegar a ser ligeramente celosas, él es celoso hasta el extremo. Si descubre que su pareja le es infiel, sin excepciones, la mata. Por su parte, es fiel a sus mujeres. Es sólo que es dueño absoluto de estas, quienes a diferencia de las mujeres tainas, no tienen derecho de divorcio.

Relaciones:

Entre los suyos, es desprendido e igualitario. Las mujeres poseen poder social y en muchas ocasiones eran herederas de herencias. En fiestas, beben y participan igual que los hombres.

Detesta a los españoles, y lleva ese resentimiento incluso contra los actuales. También las trae contra los ingleses y los europeos en general (aun los que no tuvieron nada que ver).

Mientras que es tremendamente parecido a Taino fuera de la guerra, en medio de estas se notan más sus diferencias. El taino generalmente no iniciaba la pelea, el caribeño sí. Aun así, aprecia el coraje y la fuerza de su vecino, y es por ello que frecuentemente busca bañarse en su grasa corporal, cosa que el otro no aprecia –más bien le aterroriza un poco-.

El único sitio donde no tratan de arrancarse mutuamente el alma, es en la isla de Borikén (PR). Bueno, si tratan de hacerlo, pero en menos cantidad de veces que en los demás sitios. Aquí incluso practican el trueque y pueden llevarse bien.

Sus visitas a la isla del encanto influyeron a que Borikén (PR) fuese de los tainos más fieros en combate. Yúcahu no estaba precisamente emocionado al ver a su hija con influencia caribeña, pero lo toleraba. Excepto en la parte en que trataba de matarlo, valga tanta la mención. Por su lado, el caribeño se volvió más amable.

Religión y Cosmovisión:

Su materialismo es inexistente, pero pudo detectarlo de inmediato en los españoles.

Le teme a la muerte, por lo que cuida mucho su salud y hace lo necesario para estar vivo. Su perseverancia contra los españoles se debió, a aparte de ser un guerrero formidable, a que le aterraba morir. A diferencia del taino, que cree en algo hermoso luego de la muerte, Caribe cree que es mejor disfrutar aquí. Le teme tanto que ni siquiera la menciona, no sea que llegue. Y aun así, peleará a riesgo de su vida por lo defender lo que quiere.

En la actualidad y gracias a sus logros –que aun haya gente con su sangre-, puede recobrar su cuerpo humano de tanto en tanto. Si bien ya sabe que la muerte no es su final, sigue resistiéndose a ella. No logra aceptarla. En esas ocasiones va vestido de ropas civiles para no atraer la atención, y acostumbra a pasear por sus antiguas tierras y la de sus vecinos en honor a la más pura melancolía.


Notas de autora:

Hay mas información de los caribes que de los tainos; debe ser porque a diferencia de los primeros, los colonizadores no lograron erradicarlos tan fácilmente. Mientras que lo que es un caribe-caribe por definición –indio que habla el lenguaje y practica ese estilo de vida- ha muerto, aún hay personas 100% sangre Caribe, aunque no hablen la lengua.

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